DECLARACIÓN DE INTENCIONES
Aquellos que son aficionados al cine –al buen cine, se entiende- recordarán aquella escena de Ciudadano Kane en la que vemos al protagonista, Charles Foster Kane, que, habiendo adquirido el diario Inquirer -¿se escribe así?- mediante el procedimiento de la opa hostil, se ve en la necesidad de hacer pública sus intenciones en la portada de la edición del día siguiente a la adquisición. Se recordará también que unos años después uno de sus colaboradores más cercanos, en vista del cariz que el jefe estaba imprimiendo a sus negocios, se siente en la obligación de recordarle el contenido de la referida Declaración. ¿Cuál sería la moraleja de la historia? ¿Quizás que los principios y las intenciones están para traicionarlos?
Sea cual sea la respuesta, este blog nace con la pretensión de mantenerse fiel a los siguientes principios y propósitos:
1.- EL VERBO Y LA CARNE, éste es el nombre que hemos elegido para bautizar nuestro blog. ¿Por qué este nombre y no otro? Pues porque resulta lo suficientemente ambicioso como para abarcar el amplísimo espectro de nuestros intereses. Es evidente que en esto hay una alusión al bíblico: y el verbo –o logos- se hizo carne… El Verbo como equivalente al espíritu y a lo universal –idea, mente, intelecto- y la Carne como equivalente a la materia concreta –vida, cuerpo, instintos, deseo, voluntad…-. Optar por el Verbo significa optar por una explicación omniabarcante de la realidad de orientación idealista (que va de arriba hacia abajo). El resultado es el platonismo, el cristianismo y el racionalismo-idealismo. Optar por la Carne significa elegir una explicación, igualmente omniabarcante y totalizadora, de orientación materialista-vitalista (que va de abajo hacia arriba). El resultado de esta línea es el materialismo de Demócrito y de los epicúreos y el voluntarismo que colapsa en la línea de pensamiento que va de Schopenhauer a Freud, pasando por Nietzsche. Como nosotros nos decantamos por esta segunda interpretación, lo razonable sería que hubiésemos elegido un marbete en el que el término Carne apareciese en primer lugar, algo así como: LAS CARNES DEL LOGOS. Esto hubiese sido lo lógico, cierto, pero…¡es que son muchas eses para un andaluz!
De todas las maneras, es importante dejar claro que nuestra Biblia personal comienza con estas contundentes y categóricas palabras:
Al principio fue la Carne, la Carne,
celeste Carne (con el permiso de R. Darío),
pero la Carne se hizo Verbo.
2.- Crear un lugar de encuentro para disciplinas como: literatura, pensamiento, cine, música, temas de actualidad, tauromaquia y cualquier otro asunto que nos pueda resultar medianamente atractivo. Desde el exclusivo mundo de las bellas artes –que, como todo el mundo sabe son ocho- hasta los más pedestres y comunes temas de actualidad, éste es el itinerario que le hemos marcado a nuestro blog. Bonum –et verum et pulchrum- est diffusivum sui (lo bueno –lo verdadero y lo hermoso- tiene tendencia a la difusión) decían los filósofos escolásticos. Pero en el mundo de las ideas y de las palabras la condición para que esta difusión-reproducción pueda llegar a feliz término es idéntica a la que encontramos en el ámbito de la biología: la fecundación. ¡Sea este cuaderno el picadero de las referidas disciplinas! ¡¿Quién sabe si, de tanto juntarse las unas con las otras, terminan convertidas en trasuntos de conejas paridoras?!
3.- Favorecer una cierta rutina y una cierta constancia en la escritura. Cualquiera que escriba con cierta regularidad sabe que con la escritura ocurre como con la gimnasia: si se la deja durante demasiado tiempo, luego cuesta la misma vida recuperar el ritmo y el tono al que estábamos acostumbrados. Se trata, por tanto, de mantener activo el músculo de la escritura con el fin de evitar los temidos gatillazos creativos que de vez en vez se apoderan de todos los que somos aficionados a emborronar cuartillas.
4.- Crear un plantel o semillero de proyectos del que el día de mañana, a través de un proceso de evolución natural, podamos obtener plantas más robustas y cargadas de suculentos frutos.
5.- Crear un soporte y un medio de expresión para nuestros escritos de tipo circunstancial, que son esos que, por razones diversas –dispersión temática, espontaneidad creativa…- difícilmente pueden aspirar a una edición convencional. De esta manea matamos dos pájaros de un tiro: por una parte, conseguimos drenar el veneno que las ideas retentas destilan en las venas del espíritu y, por otra, accedemos a una suerte de sucedáneo de publicación que, pese a su futilidad, ¡no vean ustedes cómo consuela! Gerardo Diego distinguió en su producción entre una poesía de bodega –la circunstanciada- y otra de azotea –la pura-. De igual modo, nosotros aspiramos a convertir este blog en una modesta bodega de puertas abiertas para amigos y todos aquellos que tengan a bien visitarnos. Se recomienda un consumo responsable, dicho sea de paso.
6.- Fustigar las conciencias por mor de arrancarlas del sueño del que viven presas a la espera de la consumación de los tiempos...; aportar el antídoto necesario para contrarrestar el efecto estup(i)faciente que produce tanto opio como se nos administra a diario vía mass-media…; introducir conceptos densos y grávidos en un ámbito –Internet- caracterizado por su liviandad y por su frivolidad…; hacer comprender que hay vida más allá –y más acá- de esta burbuja de cristal, trasunto de la caverna platónica -donde vivimos presos- y que ha sido forjada por el insaciable Dios Mercado…; suministrar un potente purgante con que paliar, dentro de lo posible, el empacho crónico que nos producen todas esas gominolas psicodélicas y todas esas chucherías electrógenas con que habitualmente se nos ceba…; reproducir las mismas condiciones que hicieron posible la conversión del príncipe Siddhartha Gautama –un niño consentido, mimado e ignorante de las cosas del mundo- en Buda –literalmente, `iluminado´-…
7.- Reflexionar sobre la naturaleza de los medios de comunicación, en general, y de Internet y del blog como herramienta, en particular. Éste será, si los hados nos resultan favorables, un blog autorreferente y ensimismado, esto es, un blog capaz de tomarse a sí mismo como objeto de reflexión.
¿Ambicioso?...¿Pretencioso?...¿Iluso?...El tiempo nos sacará de dudas.
7 de julio de 2011
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