BANCOS, BANQUEROS, ECONOMÍA, ECONOMISTAS…
No sé si sois conscientes de que nos hallamos en el mismo corazón de la vorágine. Quiero creer que sí. La posibilidad de poder asistir en directo a la representación de la Historia es algo que no se suele prodigar en demasía. A menos que nos hallemos en medio de un proceso revolucionario, los acontecimientos se suceden lentamente, muy lentamente, como demorándose en su devenir. Y es así que nos damos cuenta de que las cosas han cambiado cuando están concluidas y establecidas, es decir, a posteriori. Ahora, sin embargo, basta con abrir un poco los ojos para observar cómo la Historia ejecuta sus designios con la frialdad y precisión de un cirujano, ensayando sus gestos ante el espejo, a cámara lenta, sin pudor ni temor escénico que la disuada. ¿No tenéis la sensación de que se aproxima un largo y gélido invierno? ¿No sentís cómo desmantelan la techumbre que hasta ahora nos ha mantenido relativamente resguardados frente a las inclemencias? Mucho me temo que tendremos que irnos acostumbrando a vivir a la intemperie.
Acciones preferentes, seguros que se vuelven contra los intereses de los propios asegurados, dinero gratis que no se canaliza hacia el crédito, comisiones abusivas, rechazo de la dación en pago, activos tóxicos, subordinación de la política europea a los intereses de la banca germano-gala…¿Os resultan familiares estas expresiones?
Ante la contundencia de los hechos, me ha dado por ojear algunas de las voces del Diccionario que llevo algún tiempo preparando, prestando especial interés a las relacionadas con el ámbito de la Economía, y compruebo que estos mismos hechos no sólo confirman y refuerzan lo escrito, sino que van mucho más allá. Es decir, que me he quedado corto en mis juicios y valoraciones.
Estas son las voces que he seleccionado y que ofrezco a vuestra consideración:
BANCO.- 1. Organismo que, consciente de su mala prensa entre los ciudadanos y los mismos estados, se ha visto en la necesidad de echar mano de la cosmética eufemística –algunos prefieren hablar de travestismo-, de manera que ahora se hace llamar Entidad Financiera. 2. Incoherencia del sistema social de la que depende su completud, que diría Gödel. 3. Institución seglar que ha asumido como propios los atributos que, cual vestidos usados, Dios dejó tras su definitiva huída hacia el fondo de los empíreos. Fue así como el negocio de la banca se convirtió en una suerte de objeto numinoso al que todo el mundo respeta y odia a partes iguales y al mismo tiempo. En efecto, el banco, como antes lo fuera Dios, es omnipotente, omnisciente, omnímodo, providente, terrible, venerable y, sobre todo, sólo aceptable como acto de fe. 4. Ruleta trucada para que siempre gane la banca.
BANQUERO.- Eufemismo de usurero. El más famoso fue un tal Caronte, quien pasó a la Historia por la genial idea de establecer una sucursal de su entidad a medio camino entre la Vida y la Muerte, logrando así realizar el sueño de todos los de su gremio: poder cobrarle intereses incluso a los muertos. Hemos de aclarar que el término barquero con que habitualmente se alude al personaje mítico es una simple corrupción popular de banquero, similar a la que se produjo cuando el Mira Nero de Tarpeya dio en Marinero de Tarpeya.
BOLSA.- 1. Templo pagano donde se rinde culto al becerro de oro. A pesar del carácter insondable de sus designios, son muchos los que acuden al lugar confiados en hacerse merecedores de la gracia de los dividendos. 2. Establecimiento especializado en vestir el azar con los ropajes de la ciencia matemática. 3. Señora hiperestésica y aquejada de trastorno bipolar. Últimamente no está para muchos sustos.
ECONOMÍA.- Híbrido estéril que resulta de la unión antinatural entre Matemática y Religión. Estos genes son los que explican el hecho de que no haya un solo economista en el universo conocido que no crea en el milagro de la multiplicación de los panes y de los peces. Para todos ellos representa una ecuación incontestable que dos más dos suman siete.
ECONOMISTA.- 1. Vendedor de buñuelos de viento disfrazado de alto ejecutivo. 2. Especialista en predecir los sucesos crematísticos del pasado.
ENTIDAD.- Eufemismo con valor de comodín del que suelen echar mano las empresas e instituciones cuando llegan al convencimiento de que tienen el prestigio a la altura del betún. Bancos, aseguradoras y agencias recaudadoras son los organismos que más suelen abusar de este lenitivo lingüístico.
GLOBALIZACIÓN.- 1. Nombre que recibe el American Way of Life cuando deja de ser una simple influenza para convertirse en pandemia. 2. Tsunami gigantesco, cuyo origen está en una falla conocida como Neoliberalismo, que avanza imparable a lo largo y ancho del globo terráqueo nivelando y aligerando todo lo que encuentra a su paso. 3. Metástasis galopante del tumor neoliberal. 4. Acto de comunicación total cuya comprensión requiere tener en cuenta los siguientes elementos: mercados –emisor-; consumidores potenciales –receptor-; cine, televisión e Internet –canal-; lengua inglesa –código-; American Way of Life o forma de vida consumista –mensaje-; aldea global –contexto-.
IMPUESTO.- Bisagra en donde lo privado se articula con lo público. Por desgracia, son muchas las ocasiones en las que los poderes públicos hacen un uso indebido de este utilísimo instrumento, convirtiéndolo en rejón de castigo contra los más humildes.
TRIÁNGULO DE LAS BERMUDAS.- Agujero negro -o sumidero- del continente Neoliberal que se localiza justo en medio de tres vértices: el sistema crediticio, la técnica propagandística y la obsolescencia programada como principio básico de la producción industrial.
La verdad es que no está el horno para la bollería fina. En lo sucesivo tendremos que hablar más de cuestiones de actualidad, es decir, de economía, y menos de literatura y de filosofía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario